7.12.09

Lo que hay que hacer para vender un cuadro



La ordenanza municipal 8545 habilitó la posibilidad, muchas veces remota - cuando no extenuante si no hay intermediario ó un mediador - de vender una obra. Entre los requisitos para el artista está el de escribir una memoria descriptiva. Aunque creo como Wittgenstein que "en arte es tan difícil decir algo que sea tan bueno como no decir nada", cumplí con el mandato. Aquí podría agregar las lamentaciones/justificaciones/críticas como "la necesidad tiene cara de hereje" ó "por la plata baila el mono", lo cierto es que está bueno que alguien te compre un cuadro, y está más bueno que te lo compren para exhibirlo en un espacio público ó semipúblico como es el ingreso a un edificio, sin mencionar que está buenísimo vivir de lo que te gusta ó por lo menos aspirar a lograrlo. Y los que pintamos cuadros, (hacemos esculturas, o fotografías ó cosas más raras que nadie en su sano juicio pagaría por ver), seamos o no considerados artistas, necesitamos pagar las cuentas como cualquier hijo de vecino y eso sin mencionar las necesidades básicas de cualquier mamífero.Y si no alcanza para algo de eso por lo menos que alcance para comprar otro bastidor y seguir pintando.
            Rosa_la_china /china_o /déjame tocarte, es en apariencia la representación mimética de la flor de un arbusto llamado “Hibiscus”, popularmente conocida como Rosa China. Mi curiosidad de aficionada que admira la biología me lleva a indagar y descubrir que es una planta de regiones cálidas, que exige  pocos cuidados, arbusto perenne, poblado de flores en forma continua. Es una flor tropical, a la que se le atribuyen propiedades curativas y que en algunos lugares además es comestible. A mí me atrae por su extraordinaria belleza, su fragilidad, la textura de sus pétalos, las variedades de colores en que se manifiesta, su morfología tan compleja, el tamaño característico que le otorga gran presencia en los jardines. Cuando suelo recorrer mi barrio caminando, ésta flor se presenta ante mis ojos como saludándome. Es imponente su efímera belleza cuando uno la observa en detalle. Y la pintura respeta en parte la morfología, pero exagera el escorzo y el tamaño del pistilo, que a la vez semeja un brazo con una mano en primerísimo primer plano. Ese pistilo aumentado en escala, el estambre y las pequeñas ramificaciones amarillas atraviesan un entramado que representa la vista aérea de una ciudad, y entonces la mano se percibe también como una figura antropomorfa, la silueta de un ser ¿humano? que a su pesar, es disparado hacia adelante con una fuerza inusitada que proviene de esa ciudad imposible, enredada y lejana.
            Otra mirada podría interpretarla como una pintura erótica, donde están representados los órganos sexuales masculino y femenino en el acto sexual.
            El título da algunas pistas de estos posibles significados, china_o: ¿De qué sexo es la imagen aquí representada? ¿china ó chino?. Y la aparente mano que dice déjame tocarte en realidad parece una súplica en sentido contrario, para que el espectador se aleje ¡ándate, déjame!, ¡no puedo alcanzarte!

            La pintura es un juego visual y mental. El título es parte fundamental de la obra, pero las imágenes vistas en detalle son sugerentes. 

Otro aspecto definitorio en la elección del título, está relacionado con el significado que tiene la alocución “La china” que en argentina es el nombre que se le daba a la mujer del gaucho. Es generalmente, y todavía en la actualidad, una expresión despectiva de la clase alta para hablar de las mujeres de clase baja, ó de procedencia humilde “esa chinita”. Y paradójicamente es una forma cariñosa que suelen tener los padres para aludir a sus hijas cuando no se comportan de acuerdo con sus expectativas, ¡Pero qué chinita de porquería!  
            Para concluir puedo decir que esta imagen es también un autorretrato, la expresión metafórica de mi subjetividad en un momento muy particular de mi vida, un desafío y una reivindicación de género. Rosa_la_china soy yo.